De vez en cuando hay que hacer cosas que salen de la rutina diaria. Por eso decidí hacer una visita a Pamplona para vivir un encierro en vivo y directo. Quiero dejar claro que no soy en favor de las fiestas taurinas y para nada las quiero apoyar. Simplemente quería ver el ambiente de estas fiestas muy conocidas. Salimos sobre las 4.30 de la mañana y llegamos a las 6.20 a la plaza de toros. La primera fila ya estaba ocupada con gente que querían ver los toros lo más cerca posible. Es impresionante que al final la gente está esperando 2 horas e incluso más para ver unos segundos de espectáculo a costa de unos animales. Lo debería decir con voz baja que hice lo mismo. Supongo que no hace falta comentar que una gran parte de los que estaban habían pasado toda la noche por las calles y en los bares. Siempre es un panorama bastante curioso si has madrugado y no has bebido nada. Después de una vuelta por el casco viejo ya salimos de la capital navarra sobre las 10. Os dejo algunas impresiones mías: